Presentación

Mi nombre es María y con las protagonistas de la foto empezó todo este follón. Sí, son lo que parecen, cientos de cápsulas de café "manifestándose" en el suelo de mi salón.

Paso a contar esta breve historia:

Que vaya por delante que siempre me han gustado las manualidades y la artesanía sencilla.

En mi trabajo compramos una cafetera y se me ocurrió que podía reciclar las cápsulas de café para hacer una cortina para la entrada de mi casa, a modo de protector para que no entrasen las pesadas moscas durante el verano.  Así que les pedí a mis compis que fuesen metiendo las cápsulas usadas en una bolsa.  La mayoría de ellos me miró raro y mi chico ni os cuento, pero todos colaboraron y fueron guardando las cápsulas, tal y como les había pedido.

Todos los viernes recogía la bolsa con el tesoro y me la llevaba a casa donde, con mucha paciencia, mi chico y yo, vaciamos, limpiamos y secamos cada una de las cápsulas. Durante meses ese fué uno de nuestros entretenimientos: acumular y acumular cápsulas; necesitábamos 3.000!!!!! ¡Lo que se puede llegar a hacer por amor! Incluso los fines de semana se unían a nosotros mis tres maravillosos sobrinos: Claudia, de 10 años, Eugenia, de 6 y Pablo de 2, que nos ayudaron mucho, sobre todo a aplastarlas y dejarlas bien chafaditas.

Mientras hacíamos acopio de material, un día se me ocurrió que podía darles otra utilidad y diseñé una macetita con su flor para poder usarla como portafotos. Y salió ésto:

La imagen no es muy buena porque la fotografía no es lo mío.

Regalé algunas que gustaron. Así que me animé y después de las macetitas llegaron los broches:

Y los anillos:

 Mis compañeros de trabajo me animaron a seguir haciendo cositas, así que yo seguí haciendo más cositas, pero querían verlas y las fotos del móvil, la verdad, es que eran bastante malas, así que empezaron a decirme que tenía que hacer un blog y publicar las fotos de mis "creaciones". Lo de la fotografía, como decía antes, no es lo mío y lo de las nuevas tecnologías ni te digo. Todo esto del blog me parecía un rollo macabeo, así que fuí demorándolo y demorándolo... hasta que mi amigo Calrús me imprimió un tutorial para hacer paso a paso un blog.

Además, durante todo este tiempo que llevaba cositas al trabajo, mi compi Amparo, la gacela superprofesional de la fotografía, íba tomando fotos de todas ellas.

Fuí dando largas al tema del blog, pero ante la insisteeeeeencia de mis queridos compañeros y amigos, no me quedó más remedio que ponerme manos a la obra.

El nombre no podía ser otro que "La Tita", porque tengo tres sobrinos maravillosos a los que les encanta todo lo que hago.

Por cierto, el proyecto de la cortina de cápsulitas quedó pospuesto sine die, je, je.

Espero que os guste.